viernes, 8 de febrero de 2013

Viernes de carnaval

Mea culpa. Me gusta disfrazarme. Desde que era una microbia. Qué le vamos a hacer.
El carnaval no me molesta nada. Aunque ya no me disfrace yo, lo hago por poderes.
Lo que llevo mal es el tema de la costura. Y la presión del calendario.
Vamos a ver: una semana no es un plazo razonable. Si tenemos tres exámenes del mayor, dos de la pequeña y yo, increíblemente, tengo otras obligaciones ¿cuándo apaño los disfraces?
Ahora, en maternidad, lo trendy es que sean caseros. Pero no cualquier apaño.
No, la cosa es que parezcan salidos de Cornejo. Que el niño pueda salir en el Hola, al lado de las Infantitas, sin desmerecer ni un poco. Y con cosas de andar por casa, pero no de deshecho. Te vas haciendo una idea ¿no?
Claro, sin saber coser, la cosa está chunga.
Vamos a personalizar el tema un poco. Cole de mis hijos, sin ir más lejos, que para eso es mi blog. Tema carnavalero: el universo. Ahí es ná.
Fácil. A primera vista, fácil.
Brainstorming: planetas varios (bolas de Pilates de Decathlón), estrellas, cometas y fenómenos varios (el foam y la goma Eva, grandes inventos de la humanidad). Pero con 7 y 10 años, estas ideas les parecen ridículas. Que te lo pongas tú, te dicen. Sobre todo "elminiclóndesupadre", que como él, odia disfrazarse.
Nueva vuelta: una amiga ingeniosísima me sugiere Miss Universo para la niña.
Genial. Aparte de gracioso, ya lo tienes apañado. Nuevo fiasco. La niña se niega. Se van a reir de ella por creída (algo de razón no le falta) y lo mismo el día de mañana se hace un blog poniéndome a caldo, como la dramamamá. Que ya está todo inventado.
Así que a San Google y San Pinterest, donde las madresperfectas suben todas sus hazañas. La quintaesencia del arte de la maternidad.
Si estás de subidón, Baballa.
Ahí encuentras verdaderas maravillas. Pero tiene trampa. Parece facilísimo. Sólo que a lo que te sale, podría colgársele el cartelito de "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia".  
A estas alturas ya estamos a miércoles (sí, puedes soltarlo también como exclamación de desahogo). Sólo queda una salida. El chino. A estas horas, malamente. Está cerrado.
Cuando por fin vas, el jueves, está todo el pescado vendido. Pero para eso eres la más friki de Starwars. Te haces con un disfraz de ángel y visualizas a la princesa Leia.
Descoses las alas. Buscas por casa los donuts de hacer moños. Recuerdas que tenías mil, casi tantos como horquillas. Han volado. Murphy, siempre haciendo favores.
Entre ponte bien y estate quieto, casi es la hora de cerrar y tú estabas en pijama, cómoda e ingénuamente. Te suena haberlos visto en el Mercadona, que es lo que más cerca queda. Te enfundas el abrigo sobre el pijama, te calzas las Ugg (mami, no es lo que me enseñaste, pero por un hijo se hace cualquier cosa) y te metes al coche, sabiendo que te encontrarás a medio vecindario.
Pero cumples tu objetivo.
Ya sólo falta un disfraz. Ahí es nada. Tiendas cerradas y tú, improvisando algo de universo para un pre púber, pre adolescente y pre castigado (no falla). Entonces la luz se hace: kimono de kárate, jersey de cuello vuelto al tono, cinturón marrón, pantalones beige y botas Ugg. Con el sable láser del cajón de los juguetes, tengo un Luke Skywalker perfecto. Casero y supertrendy.
Además, combinado con su hermana. Ni hecho a posta.
2:00am. Aún puedo dormir un poco.
Mañana parecerá que todo esto ha sido perfectamente planificado y orquestado, pero yo y mi cuerpo (y todos aquellos que me encontré en Mercadona) sabemos que no es verdad.
De daños colaterales están las opiniones de mi hijo, que no fueron tomadas en cuenta y el sofá, lleno de purpurina de las alas de ángel.
Ya sabéis cuál va a ser mi finde.
 

3 comentarios:

  1. Real como la vida misma. Ay, si yo te contara. A eso súmale preparar los de los adultos y sufridos padres y desfilar y ensayar coreografia cuando la máxima aspiración es no salir de casa y disfrutar del sofa, que para algo lo hemos elegido comodo.

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  2. Del desfile de padres nos libramos, gracias a Dios (mi santo se libraría siempre,sí o sí). Aunque este año me hubiera encantado ser Padmé Amidala (la madre de Leia y Luke) por friki.
    Desde luego, tenéis el cielo ganado. El baile ya me supera. Pero hacer todo eso con humor e interés, sacrificando los poquísimos momentos de descanso de la semana...eso sí que es la quintaesencia de la maternidad. De verdad de la buena.

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  3. Hola!!!! Ya soy seguidora y además te he nombrado en mi blog. Tienes premio!!!! Besotes

    PD: que suerte estoy mala y me libro de ir de Rua de Carnaval... Me río de Janeiro!!! ;)
    Besos!!!

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