martes, 19 de febrero de 2013

Los Goya y la importancia del saber estar.

Vaya por delante que soy poco fan del cine español. Me parece que salvo contadas, contadísimas excepciones, se mueve por caminos muy trillados, con argumentos harto previsibles y resultados mediocres.
Pero bueno, una gala siempre es una gala.  Tal y como están los tiempos y los telediarios, uno necesita sacar la cabeza, respirar aire limpio y olvidar por un momento el apocalipsis económico y los
EREs que se ciernen, desgraciadamente, sobre nuestras cabezas. Es muy triste, pero es la realidad que se vive en todos los hogares españoles.
La fiesta del cine español era la excusa perfecta. El planazo estrella del finde en muchísimas casas: parejas tiradas en el sofá, en pijama de luxe, compartiendo una copa de vino, una cervecita, una tabla de quesos. Apurando los últimos coletazos del tiempo de asueto.
¿No es el cine una fábrica de sueños? Pues esa era la opción de buena parte de la audiencia. Disfrutar de la  gala, de la ropa, el peinado y el maquillaje que solo los privilegiados pueden usar sin que no pagarlos sea delito.
La alfombra roja quedó deslucida. Fallo garrafal en chapa y pintura. Unos pelánganos que llevaban casi todas... Volúmenes equivocados, despeinados que parecían crespados a la lluvia en lugar de naturalmente descuidado, falta de coordinación entre recogido y vestido... Demasiados despropósitos en peluquería. Pocas quedaron favorecidas. 
Con el maquillaje, igual. Ninguna inter relación con el outfit.
Las mejores, para mi gusto, Amaya Salamanca, a pesar del recogido; Clara Lago, imposible fallar con semejante materia prima, también de Zwair Murad, y Paula Echavarría, que de moda sabe un rato y no se dejó embaucar. Creo que iba de Dolores Promesas, para que se vea que no hay que salir de casa para destacar.
Insípida a más no poder, Belén Rueda, por culpa del maquillaje y los pelos. Otras veces es de las más elegantes. Un vestido largo y negro necesita un atrezzo más sofisticado, sobre todo, para las que tendemos a la ojera y el rollo maquillaje natural dejó de estar a nuestro alcance una vez que pasamos los 35. Que vivan los ojos ahumados, las miradas de tigresa y los labios "muérdeme la boca".
Maribel Verdú, triunfadora de la noche y valor seguro en esto de las apariciones, falló con el largo de la falda, que le quedaba raruno. Ese vestido ha salido en pasarela, muriendo antes del tobillo, y estilizaba mucho la figura. Así, perdió toda la gracia. Cualquier abuela apañada le hubiera subido el bajo.  Conste que estoy hablando de una de las dos actrices que me merecen más respeto escénico  en el solar patrio. La otra es Amparo Larrañaga.
Goya Toledo, una de las más fotografiadas siempre, eligió un vestido que en nada se diferenciaba del que llevó el año pasado, y el anterior. Si bien era espectacular,en la línea de Elie Saab, resultaba poco variadito, nada acorde con la melena desgreñada que le dejaron los estilistas.
Menos mal que estaba Nieves Alvarez de guardia. Eligió un vestido dificilísimo de llevar y lo defendió como sólo ella sabe hacerlo. Quedó espectacular. Aunque nadie tuviera claro qué hacía ella en los Goya.
Hasta aquí, la primera decepción.  
Iba a ser, en teoría, una gala amable. El Presidente de la Academia había dicho que no iba a estar politizada. Ya nos extrañó cuando lo escuchamos, pero la ingenuidad nos pudo y le creímos. Por eso seguimos sentados delante del televisor.
Craso error.
Primero de todo, Eva Hache y su jartible rollo de monologuista de "El Club de la Comedia". Aquí la gente se ancla a su primer papel de éxito y allí se queda. Haciendo gracietas manidas sobre la situación y el gobierno, como todos los Goya. Llenito de lugares comunes y gracietas para simples.
Siguieron Corbacho, Candela Peña y hasta la Verdú. El monotema.
Sabemos todos que el cine está mal, que de presentador de telediario se vive mejor, seguro. Pero no estaban allí para eso. Estaban, precisamente, para que lo olvidáramos durante un ratito.
Señores cómicos y cómicas  (sin sexismos, ni economía del lenguaje, como a ustedes les gusta y en la acepción que Fernado Fernan-Gómez, gran actor donde los ha habido y ya no quedan, le daba al término) somos una población ilustrada. Tenemos estudios, algunos hasta universitarios, con formación política, en muchos casos. No necesitamos que vengan ustedes a catequizarnos, cuando deberían entretenernos. Para que aprendamos, si acaso, están los autores, los dramaturgos, los que escriben lo que ustedes interpretan, siempre y cuando lo hagan bien.
A una gran mayoría, esa misma mayoría que mantiene su industria a base de impuestos, que no a fuerza de comprar entradas, nos revienta que aprovechen cuanta tribuna mediática les ponen por delante para soltar sus discursos demagógicos, resobados y cansinos. Sobre todo, cuando no toca. Porque nadie había ido allí por eso, ni la libertad de opinión consiste en marear la perdiz con los cuentos de siempre. Y no, nadie se opone a que opinen. Pero cuando toque, no cuando corre de nuestra cuenta.
Si quieren ustedes manifestarse, protestar por el estado de su industria, o del país, hagan lo mismo que el resto de los mortales: acudan al Ministerio del Interior y organicen su propia manifestación. Emprendan una marcha a pie, concéntrense ante el Ministerio de Cultura, o mejor, ante cualquiera de las salas de cine que no exhiben sus películas, y expongan sus ideas ante la prensa. Tienen la ventaja de convocarla con un chasquido de dedos. Algo con lo que no contamos los demás cuando protestamos por los EREs que nos afectan, por los despidos masivos en nuestras empresas, por nuestra sanidad...
Ofrezcan una rueda de prensa, acudan a conferencias y acosen con sus consignas a los reporteros de la cosa rosa, cuando comprometen su privacidad. Tal vez consigan que les dejen tranquilos. Porque la verdad, la cruda y triste verdad, es que no son ustedes filósofos, ni pensadores y sus ideas interesan mas bien poco, fuera de su trabajo. 
Dice el Presidente de su Academia que el cine español no es de los de la ceja, ni de los de la barba, sino de todos. Pero siempre salen los mismos. Siempre trabajan los mismos, siempre se escucha la misma cantinela, como si en el mundo del cine no hubiera pluralidad. Como si un actor, o actriz no pudiera pensar distinto. De hecho, no se sabe de ninguno (menor de 50, claro) que lo haga. ¿Esa es la libertad de expresión que defienden con tanto ahinco? ¿Es, tal vez, una más de sus faltas de coherencia?
Cuánto cuidado ponen en resultar encantadores cuando promocionan estrenos, cuando pactan reportajes en rodajes, cuando les preguntan por sus proyectos. Ahí sí, mimo y cuidado, que no interesa que el reportaje no salga. La pela es la pela y la promo es la promo.
Estamos tan contentos o tan descontentos con el gobierno como puedan estarlo ustedes, porque esto no es cuestión de colores políticos, sino de realidades. Pero en algunos momentos elegimos desconectar, pasar a otra cosa, descansar y continuar con nuestra vida, porque la vida sigue, fuera de las joyas y la alta costura prestada. Eso era lo que queríamos hacer el domingo. Y no estuvieron a la altura. Ni en la forma, ni en el fondo.
  

9 comentarios:

  1. Pues fíjate que voy a estar de acuerdo contigo ...

    1. Paula Echevarría genial. Chapeau! La mejor.
    2. No me gusta que aprovechen que el Pisuerga pasa por Valladolid para ganar puntos, que es de lo que fue en realidad el tema: todo el país está de punta con el tema "política", recortes, sobres, robos y demás. Esta fiesta no deja de ser un cierto derroche (nadie fue de trapillo por lo pronto no???) y qué mejor forma de no sólo desviar la atención sino incluso de ganarse el apoyo de los españoles que gritar desde ola tribuna "nosotros también somos pueblo" aunque luego reservemos los Bardem una planta entera del hospital Sinaí, baratito baratito, para que nazca mi hijo.
    No dijeron nada nuevo,simplemente hicieron eco eco eco ... de lo que todos sabemos, de lo que dicen los telediarios, de lo que circula por la red. Y por supuesto: si el gobierno hubiera sido de izquierdas no hubiera dicho ni esta boca es mía, eso tenlo por seguro.
    Y lo digo yo, poco sospechosa jajajajajaja! pero es que es la triste realidad.

    Por otra parte, he de decir que el grito de Candela Peñas de "quiero trabajar, tengo un hijo que mantener" es digno de lástima hasta el punto de que creo que es incluso una prueba más de la desesperación a la que hemos llegado. Y lo que nos queda, me temo.

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    1. Si es que, aunque te creas lo contrario, somos más parecidas de lo que parece. Eso, y que hay realidades, como ésta, que son muy obvias.
      Un beso muy fuerte.

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  2. ODIO PROFUNDAMENTE QUE ME PONGÁIS LO DE CONFIRMAR QUE SOY QUIEN DIGO QUE SOY EN COMENTARIOS!!! Desde el teléfono no hay quien lo cubra y por eso no os comento!!!

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    1. Llevo días intentando quitarlo, pero no doy con la manera. Vamos, con lo que me gustan los comentarios, y que me los esté perdiendo.

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    2. Sniffff ... Yo creyendo que me lo había cargado en mi blog y me acaba de decir Nai que en mi blog también está ...

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  3. plas plas plas Juanola,totaaaalmente deacuerdo contigo en todo,y a su vez con Dasa,si el gobierno hubiese sido de izquierdas nadie hubiese dicho nada,o a caso lo dijeron cuando zp estaba en el poder y se jarto la boca de decir aquella frase ya archiconocida de "españa va bien"...ahi nadie decia nada....

    Ay,ay...señores del septimo arte,que se les ve el plumero y como tu bien dices Juanola,era una gala de cine (que yo tampoco comulgo con el cine español),...no para que nos dieran el toston y para dar su opinion de como esta el pais,es muy comodo quejarse en una gala donde vas a ser el prota del momento,los que verdaderamente se lo curran son los españolitos que se manifiestan,que luchan,que gritan...no uds señores que lo tienen tan facil.

    Y bueno,no sigo porque me enfermo,es mas,cuando vi tanto mensajito y tanta tonteria sin dudarlo cambie de canal,paso de ésta gala y de la pandilla de rojillos que van en plan de currantes natos y como bien dice Dasa luego se van a parir a un hospital privado y con todo lujo ,anda yaaaaaaa...mira,me enferma el tema!!

    Gran post Juanola,como siempre!!!

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    1. Pues una más de la falta de coherencia de este gremio. Al margen de que estén o no de acuerdo con un gobierno, democráticamente elegido por la mayoría del país, por otro lado, es muy fuerte que se carguen lo que iba a ser un espectáculo, por poner verde a un ministro que no podía contestar.
      Ello en lugar de lucir el buen trabajo que hacen

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  4. No lo vi. Así que no se si opinaron, si dejaron de opinar, ni quien lo hizo. Lo único que me interesa de esa gala son los estilismos y eso lo vi en fotos al día siguiente.

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  5. No te perdiste nada. Más de lo mismo de siempre.
    Y en estilismos y joyería...Paula Echevarría.

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